Autoras:
Yenifer Cordón – Dirección Municipal de la Mujer en Teculután.
Dulce Morales – Departamento de Desarrollo Social en Municipalidad de Estanzuela.
El derecho humano a la alimentación es uno de los derechos reconocidos por el estado de Guatemala pero sin embargo más del 50% de la población del país se ve afectada por los problemas de inseguridad alimentaria que aquejan principalmente en el área del Corredor Seco, en la región de oriente y central, siendo los departamentos más afectados Quiché, Baja Verapaz, El Progreso, Zacapa, Chiquimula y Jutiapa.
Según el Artículo 1 de la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional toda persona tiene derecho a gozar de acceso físico, económico y social, oportuno y permanente, a una alimentación adecuada en cantidad y calidad. Esta alimentación debe ser accesible en todas las circunstancias y permitir mantener una vida saludable y activa de acuerdo al cumplimiento del objetivo No. 2 Hambre cero de Desarrollo Sostenible de la ONU, el cual pretende poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible.
Derivado de lo anterior las Municipalidades de Estanzuela y Teculután del departamento de Zacapa se enfocan en ejecutar a través de la gestión y coordinación de programas, actividades y proyectos llevados a cabo entre instituciones y organizaciones del sector, desarrollando jornadas de alimentación, facilitando suplementos y complementos alimenticios, haciendo un monitoreo constante de talla y peso, implementando huertos familiares, talleres de educación nutricional e higiene en el hogar dirigido a los sectores más vulnerables de nuestros territorios (niños de 6 meses a 5 años de edad, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia, madres solteras, viudas, agricultores desempleados).
Por otro lado es importante mencionar que como consecuencia los gobiernos locales enfrentan diferentes retos, como poca o nula participación de la ciudadanía en actividades para la gestión de proyectos comunitarios, poco involucramiento de las mujeres en espacio de toma de decisiones, falta de acceso a la educación en las áreas rurales ya que en su mayoría las personas que con dificultad logran leer y escribir.
Todos estos factores demográficos y sociales representan una gran influencia para mejorar las condiciones de seguridad alimentaria en la población, puesto que los índices de desnutrición han aumentado considerablemente debido a la poca producción de alimentos por la crisis económica que atraviesa el país, así como sequías e inundaciones derivado de los efectos del cambio climático; siendo fundamental la participación de proyectos de cooperación internacional como Corredor Rioeste, que impulsan a la población a involucrarse en el desarrollo sostenible de sus comunidades, fortaleciendo la participación ciudadana, la relación y comunicación de los gobiernos locales con la ciudadanía e instituciones que ejercen en el territorio.
Sin embargo aún existe una brecha entre lo ejecutado y el cumplimiento de los objetivos de la seguridad alimentaria en su totalidad, es por ello que como municipalidades nos seguimos esforzando en la implementación de acciones para garantizar a la población el derecho humano a la alimentación.
