Autor: Alejandro Canto. Director General del proyecto Corredor Rioeste.
Desde Europa vemos con mucha envidia los canales de participación ciudadana que tiene Guatemala. Contar con un COMUDE con potestad para cambiar las políticas municipales a través de una interacción directa con la Alcaldía, disponer de COCODES en cada comunidad como espacios de participación ciudadana cercano y, por último, tener una preocupación generalizada por mejorar las condiciones de vida de manera colectiva, son circunstancias que en Europa no hay y que en Guatemala resulta una oportunidad que se debe aprovechar correctamente.
El reto que tiene la lideresa y el líder comunitario es convertir las demandas los problemas de sus conciudadanos en propuestas política para los representantes públicos. Si conseguimos presentar a los alcaldes una propuesta sólida, justificada, organizada y apoyada, tendrá muchas más posibilidades de ser aceptada. ¿Cómo podríamos hacerlo?
Sigamos los siguientes 8 pasos:
- Identificar y analizar el problema. De manera colectiva, participativa, los miembros de una comunidad pueden elegir una problemática y analizar las causas que la provocan e identificar cual creen que es la causa más importante, aquella que si se le pone remedio puede tener un impacto reparador en la situación.
- Redactar una Propuesta. La propuesta debe ser una petición para realizar algo que ponga fin a la causa priorizada. Debe ser una propuesta específica, clara, realista, enfocada a resultados concretos y que pueda ser aceptada por alguien. Una propuesta no es una explicación del problema es una sugerencia de solución.
- Estudiar la decisión. Es preciso determinar el espacio de decisión que requiere nuestra propuesta, identificar las personas que influyen directamente en ella y conocer el procedimiento que se debe seguir para aceptar nuestra propuesta. No tiene sentido pedir algo a quien no puede concederlo.
- Analizar la influencia. Aunque la decisión de aceptar una propuesta suele depender de una persona o un comité, existen personas, grupos u organizaciones que pueden ser aliados, dispuestos a apoyar nuestra propuesta; opositores, que bien se ven perjudicados por la propuesta o están en contra de solucionar el problema; o indecisos, que aún no tienen clara una postura.
- Es el momento de analizar nuestra propuesta en base a la información recopilada (problemática, decisión e influencia) y determinar los puntos positivos y negativos, diferenciando los que dependen de nosotros y los externos, así obtenemos las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA). Siempre que se hace un FODA surgen ideas para reformular o descartar la propuesta.
- En términos generales, más allá de conseguir la aprobación final de la propuesta, nuestras estrategias deben enfocarse en atraer a los aliados, convencer a los indecisos y defenderse de los adversarios. En términos concretos, debemos pensar en 5 tipos de tácticas: 1. Organización: tácticas internas para fortalecer las personas y organizaciones que defienden la propuesta; 2 Cabildeo: encuentros con personas para convencerles de nuestra propuesta; 3. Sensibilización, campañas públicas para aumentar la información sobre el tema en la opinión pública; 4. Movilización, acciones llamativas para atraer la atención; y 5. Medios de comunicación, para tener presencia en prensa, radio o televisión y alcanzar así a otros públicos.
- Plan de Actividades. Estas estrategias, supone la realización de ciertas actividades y tareas, que deben ser planificadas y organizadas para que nada falle. Así pues, conviene hacer un listado de las mismas e indicar, quién es su responsable, los recursos necesarios, la fecha de ejecución, el resultado esperado y el indicador que usaremos para medirlo.
- Evaluación. Por último, siempre es conveniente analizar la efectividad de las actividades, la conveniencia de las estrategias empleadas y los resultados que tuvo nuestro proceso de incidencia, para saber qué funcionó y qué debemos cambiar para el próximo.
Los responsables de las instituciones públicas tienen muchos problemas en su mesa de trabajo. No sirve de nada acudir a ellos para plantearle otro más, es mucho mejor ofrecerle una solución analizada, apoyada y organizada que solo necesite de su visto bueno. Es como si un niño te dice que está aburrido, cuando te podría proponer un juego a gusto de ambos y te asegura que ya lo tiene todo preparado.
¿Te animas a organizar un proceso de incidencia para tu próximo COCODE o COMUDE? Ponte en contacto con el equipo del Proyecto Corredor Rioeste si necesitas asesoramiento. ¡Esperamos tu propuesta!