Autora: Aura Elizabeth Morales Martínez
Sindico II Municipalidad de Río Hondo (Zacapa, Guatemala) y Directora Educativa, Instituto de Educación Básica y Diversificado Río Hondo (Zacapa, Guatemala).
La educación es un derecho universal y debe practicarse en condiciones de igualdad entre los seres humanos. Con una educación igualitaria para todo el mundo se rompen ciclos de pobreza y extrema pobreza que están tan enraizados en nuestros pueblos.
Un niño con acceso a la educación tiene la oportunidad de fortalecer sus conocimientos para el cambio de comportamientos en aspectos tan básicos cómo los hábitos alimenticios, puede aprender cómo llevar una alimentación continua e integral, aprender las buenas prácticas.
Se dice que la alimentación es un hábito que los niños aprenden desde pequeños, uno de sus primeros aprendizajes, por ello es tan importante tomar decisiones correctas y concretas al momento de comprar, cultivar y elaborar los alimentos considerados para consumo. Debemos contribuir a que en nuestro hogar se consuma una alimentación balanceada y nutritiva, que ayude a gozar a la familia entera de buena salud y que ayude a que los más pequeños crezcan sanos, fortaleciendo su sistema inmune.
La inseguridad alimentaria es un flagelo que afecta gravemente el proceso de aprendizaje y la enseñanza en nuestros centros educativo, la carencia de una alimentación rica en proteínas que sea balanceada tiene consecuencias muy lamentables que se ven reflejadas en muchos aspectos como la falta de energía de los niños en sus actividades escolares, presentan actitudes renuentes a convivir con sus compañeros, y desinterés en la participación en actividades tiene un estado emocional y anímico muy bajo, teniendo como resultado una alta debilidad en su desarrollo integral.
Los maestros tenemos contacto con nuestros niños cinco horas al día, los cinco días de la semana. Nos damos cuenta del avance o retroceso educativo en cada uno de ellos y vemos la mala alimentación reflejada en diferentes aspectos físicos; en el pelo que sufre cambios de color y textura, la forma de su cuerpo y la flacidez, su estómago grande, los ojos hundidos, el color de la piel, la presencia de diarreas y el bajo crecimiento corporal. Esto además refleja que son más vulnerables a enfermedades crónicas.
El problema continúa aumentando la deserción escolar, la cual está ligada a una alimentación inadecuada. Cada año vemos cómo los padres de familia llegan a los centros educativos a inscribir a sus hijos, pero ante la falta de consumo de alimentos sanos y nutritivos, sus hijos no rinden en sus estudios como se esperaba, y ante ello lo que hacen es retirarlos del centro educativo. Este fenómeno se da en gran medida en los hogares bajo condiciones de pobreza y pobreza extrema, en las áreas rurales y marginales de nuestras comunidades a nivel nacional, siendo Río Hondo, Estanzuela y Teculután parte de este escenario.
Los factores que inciden en la seguridad alimentaria suele ser una lista más larga de lo que imaginamos. El desempleo es uno de ellos, vemos que a la cabeza de muchos hogares está una madre soltera, quien tiene que trabajar para llevar el sustento a sus hijos y a personas allegadas al hogar, como abuelos e indigentes, muchas veces con enfermedades crónicas, que están incapacitadas para poder trabajar y ayudar en la parte económica, lo que repercute en la cantidad y calidad de los alimentos que se consumen en el hogar.
Otro factor es el trabajo infantil, que los niños y niñas en edad escolar tienen que realizar para colaborar económicamente en el hogar. Cuando tienen que hacer la labor de los adultos y adquirir esas responsabilidades, queda de lado la condición nutricional en la que se encuentran.
También podemos comentar las devastadoras consecuencias de los fenómenos sufridos por el cambio climático en nuestra zona oriental del país, prolongandose sequías que afectan mucho las siembras que muchos padres de familia realizan en sus casas. Los productos agrícolas dejan de producirse, y es ahí donde los cuadros de desnutrición en niños de 0 a 5 años se presentan con grados agudos.
Si todos los niños y niñas tienen acceso a una educación de calidad, igualitaria, pueden adquirir los conocimientos necesarios para proceder a cambios positivos y beneficiosos a corto y largo plazo en sus hábitos alimenticios, hábitos determinantes en la salud y calidad la su vida. La educación en materia de alimentación debe de ir además acompañada por las buenas prácticas de higiene y una serie de hábitos y conductas que se aprenden en el hogar, la escuela y la comunidad.
Es importante recalcar, que por muy difícil que parezca, los cambios positivos si pueden lograrse, y es un desafío que todos juntos podemos lograr.
Excelente bendiciones, la verdad que la seguridad alimentaria es algo que Guatemala a descuidado mucho y pues no se ve una iniciativa para poder detenerlo, ni ayudar a los guatemaltecos.
Una adecuada alimentación propicia al niño de lo necesario para explotar el intelecto y su capacidad motora y psicomotora.
Totalmente de acuerdo con sus pensamientos seño Aurita, un niño bien alimentado tiene la capacidad de estar más atento al proceso de Enseñanza aprendizaje, una alimentacion Adecuada es neceria para todos los seres humanos, y esto debe ser una prioridad en los gobiernos y e. Las organizaciones no gubernamentales que tienen en sus manos la posibilidad y la bendición poder de ayudar….
Excelente Proyecto… Sugiero que se lleve un avance documentado desde el inicio y como va dando resultados el mismo, para poder medir el impacto que se obtiene por medio de el proyecto…
Asímismo documentar por medio de videos, fotos, los casos de niños que se benefician, un antes y un después…