Autor: Alejandro Canto Rodríguez .
Coordinador General del proyecto Corredor Rioeste
Director de CONEXX-EU
¿EN QUÉ CONSISTIÓ NUESTRA GIRA POR LOS HUERTOS Y PARCELAS?
Los 118 huertos familiares y 23 parcelas agroforestales establecidos en Río Hondo, Estanzuela y Teculután por el Proyecto Corredor Rioeste son la primera fase de la Estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutricional, y se diseñaron de manera participativa con la ciudadanía y las instituciones públicas presentes en el territorio. Los pasados días 7, 8 y 9 de septiembre se realizó una gira de monitoreo por las comunidades priorizadas con el fin de observar los resultados y beneficios que se están obteniendo, de presentar la intervención a los responsables de las municipalidades, así como a otros miembros del Consorcio del Proyecto y también a mí, como Coordinador General del proyecto Corredor Rioeste; y como no, reconocer el trabajo realizado por las familias priorizadas.
Oliverio Martínez junto con Alejandro Canto en San Nicolás, Estanzuela, durante la gira de monitoreo.
Pepinos en uno de los huertos hortícolas, implementado en la comunidad de Tabacal, Río Hondo Zacapa
MÁS FELICES EN CASA
Personalmente, lo que más me sorprendió durante mi visita, fue que tanto personas novatas en la agricultura como Carlos Franco de Barrio Guadalupe (Estanzuela), como personas con experiencia en la agricultura profesional como Jorge Moscoso de Monte Grande (Río Hondo), han sabido implementar un huerto familiar con gran rendimiento, gracias al asesoramiento técnico que ha proporcionado el equipo local del proyecto. En todos los casos visitados, la experiencia agrícola ha venido a los hogares para quedarse y formar parte del terreno y la cultura familiar.
“Tanto personas novatas en la agricultura como personas con experiencia, han sabido implementar un huerto familiar con gran rendimiento, gracias al asesoramiento del equipo del proyecto”
Manuel Morales por ejemplo, conocido como Meme, habitante de La Espinilla (Río Hondo) ya ha quitado algunas flores ornamentales de su jardín para ampliar su huerto en la segunda fase de implementación, prevista para octubre de este año, y Elmer Linares de Agua Caliente (Río Hondo) nos enseñaba orgulloso el diseño que hizo en su día, de su parcela agroforestal, donde pronto los árboles crecerán y le darán sombra para disfrutar de una de las mejores vistas del valle del río Motagua y sentirse más feliz en su casa.
NUESTRA MISIÓN: MEJORAR LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y NUTRICIONAL
Sin duda, para las familias, el principal beneficio de contar con un huerto o una parcela es que la dieta se enriquece con frutas y verduras, posibilitando, por ejemplo, preparar una ensalada de colores en casa de Nubia Zacaría de Santa Cecilia (Estanzuela), o habituar a los nietos a comer verduras como nos contó orgullosa Vidalia García en Las Anonas (Teculután) mientras me enseñaba a tortear junto al alcalde Rubén Paredes. Ese es el principal objetivo del proyecto, mejorar la seguridad alimentaria y nutricional de las familias, para posibilitar el desarrollo humano de la infancia y la salud de toda la familia. Sin embargo, se han logrado también otros beneficios complementarios y no menos importantes.
Vidalina García, durante la presentación de su Huerto Hortícola junto a Coordinadores de proyecto Corredor Rioeste y Municipalidad de Teculután
¿QUÉ BENEFICIOS ESTÁN OBTENIENDO LAS FAMILIAS BENEFICIADAS?
Hilda Mejía, de Barrio Guadalupe (Estanzuela), nos confesaba emocionada que lo que más le ha llenado de satisfacción fue ver como su huerto está siendo motivo para juntar a su familia, a hijos y a nietos, bien para regar las plantas o bien para disfrutar sus frutos en la mesa, algo que no solía suceder. Y es que las relaciones personales son provechos individuales que también favorecen la salud y el bienestar de los que participan en el proyecto Corredor Rioeste. Noé Marín, por ejemplo, está trabajando un huerto comunal en Los Marines (Río Hondo) que da de comer a muchas familias, reforzando así el sentimiento de comunidad unida tal y como nos aseguró su alcalde comunitario, Don Misael, quién nos acompañó orgulloso de sus paisanos más activos.
Las aldeas, los barrios, las comunidades, necesitan líderes y lideresas como Sergio Barillas y Mirna Martínez. Ambos son un modelo a seguir en El Oreganal (Teculután), pues pese a no contar con las mejores condiciones en su terreno pueden presumir de una parcela agroforestal bajo la técnica de árboles de contorno que hace aun más bella su casa, la cual está decorada con plantas ornamentales y que pone pauta de limpieza y buen gusto para sus vecinos
“Y es que las relaciones personales son provechos individuales que también favorecen la salud y el bienestar de los que participan en el proyecto Corredor Rioeste.”
Equipo de Proyecto Corredor Rioeste junto a Oscar Marín y su familia durante la visita de primera gira oficial de monitoreo
EL RESPETO AL MEDIO AMBIENTE
En este viaje por los municipios del departamento de Zacapa no podemos olvidar el componente medioambiental del proyecto. Posiblemente la comunidad más afectada por las consecuencias del cambio climático y la violencia de los huracanes y tormentas tropicales del último año ha sido la comunidad de Río Blanco (Río Hondo). Ya se trataba de una comunidad muy distante de la cabecera municipal, bien adentro de la Sierra de la Minas, pero ahora, con la erosión que ha sufrido el río que les da nombre se trata de una comunidad más aislada, donde los vehículos no pueden entrar y la compra en el mercado más cercano se debe hacer a pie o en moto. Las familias que participan en el proyecto allí son conscientes de que ahorran tiempo disponiendo de frutas y verduras en sus hogares y de la importancia del respeto al medio ambiente para asegurar su futuro.
Liliana admite la eficiencia de los métodos ecológicos para fertilizar sus plantas y evitar las plagas existentes, y nos aseguró que nunca volverá a usar productos químicos, consciente del daño que éstos le pueden ocasionar a su hijo Gustavo. Y es que, tanto los huertos hortícolas como las parcelas agroforestales del proyecto, están siendo atendidos con pesticidas naturales al momento de presentar ataques de plagas o enfermedades, como un principio de conservación ambiental y de sostenibilidad económica de las familias.
Doña Mirza Morales junto a su esposo y Melanie Argueta durante la gira de monitoreo.
Por otro lado, Mircita Morales no solo ha preparado su campo para un huerto, sino que lo ha complementado con árboles en contorno para asegurar la fertilidad del suelo y evitar que próximas tormentas acaben con el terreno que les da de comer en su nueva casa, tras la tragedia del último huracán. Parecido es el caso de Marilú Díaz y su hijo Brayan, que sufrieron como nadie la crecida del río hasta anegar su casa y ahora no solo cuidan de su parcela, sino que siembran aguacates y mangos en el cauce del río, para que esté más seguro y bonito, según decían, demostrando una sensibilidad por el entorno que emociona.
Y es que lo rural emociona y atrae. Para muestra el caso de Nelly Franco y su esposo José Fuentes, quienes dejaron la gran ciudad para no perder los recuerdos ni la casa familiar en San Nicolás (Estanzuela). Ahora nos confirman que fue una gran decisión, vital tanto para él como para sus hijos, pues disfrutan de los beneficios de la vida en el campo e inculcan a sus hijos las tradiciones agrícolas y ganaderas que les dan de comer y les mantienen activos en la comunidad en condiciones saludables.
EL FACTOR DE GÉNERO ES TRASCENDENTAL
Quiero terminar este artículo compartiendo un pensamiento de nuestra Alcaldesa de Estanzuela la Doctora Yohaira Vargas, quien también nos acompañó en la gira por su municipio: el papel que están teniendo las mujeres en las comunidades priorizadas es trascendental para la sociedad. Ada Larios y Olga Larios, de Casas de Pinto (Río Hondo), vecinas y familiares, nos aseguraron que los huertos que se han desarrollado suponen una oportunidad de empoderamiento para la mujer. Les hacen salir de las obligaciones domésticas para dedicarse a una actividad productiva, que genera ingresos, relaciones sociales y satisfacción personal.
En nuestra gira de monitoreo comprobamos que son muchas las mujeres que están liderando las iniciativas agrícolas, y asumen con orgullo su rol central en la familia y en la comunidad. Un modelo de este fenómeno es Mirna Orellana de Río Blanco (Río Hondo), nuestra querida Mirna. Ella ha conseguido ganarse el corazón de su comunidad y del equipo del proyecto con su compromiso cívico y con su desempeño agrícola, cosechando las mejores berenjenas del proyecto, que según dice, son tan hermosas gracias al apoyo que el Proyecto Corredor Rioeste le presta, aunque nosotros sabemos que ella les habla a las plantas todos los días y les da el cariño que necesitan para brillar.
Mirna participa en el proyecto Corredor Rioeste desde el principio, asistiendo a los talleres de participación ciudadana y gobierno abierto como presidenta del COCODE, y nos ha ayudado a asegurar la participación de otros vecinos en las intervenciones de seguridad alimentaria y nutricional en Río Blanco. Como todos y todas, es generosa con su cosecha, colabora con sus vecinos para mantener el huerto y está llena de ilusión por preparar y limpiar su terreno para a implementar las siguientes acciones del proyecto: más huertos hortícolas y parcelas agroforestales, aprender a cosechar semillas, aplicar técnicas agrícolas avanzadas, establecer granjas de animales, gestionar silos comunitarios para granos y semillas y participar en capacitaciones de nutrición.
Hablando con Melanie Argueta, Coordinadora Local del proyecto, determinamos que lo que más ilusiona al equipo del proyecto no son sólo los resultados alcanzados sino la presencia en el territorio de muchas personas como Mirna, comprometidas con el proyecto, sus familias y las comunidades.
“Hay quienes luchan un día y son buenos, hay otros que luchan un año y son mejores, y hay otros que luchan toda la vida y son imprescindibles.”
Bertolt Brecht
Río Hondo, Estanzuela y Teculután necesitan de mujeres y hombres imprescindibles para mejorar las condiciones de vida. El Proyecto Corredor Rioeste les estará apoyando durante los próximos años con el responsable temático de seguridad alimentaria y nutricional, Carlos Cruz, y les estará visitando continuamente gracias a las responsables territoriales Jenifer Oliva y Kendy Franco, para que instauren la cultura sostenible de seguir luchando por un futuro mejor el resto de sus vidas.