Autora: Mª Isabel Hernández, Encargada de Comunicación Local
Entrevista con Lourdes Milian, Directora Ejecutiva de Esperanza de Vida.

Introducción por Lourdes Millán de Esperanza de Vida.

Hope of Life (Esperanza de Vida) es una organización no lucrativa fundada en 1987 por Carlos Vargas. La organización está ubicada en el km. 146.5 carretera al atlántico en aldea Llano Verde, Río Hondo, Zacapa, y contamos con diferentes programas y proyectos con alcance directo en los diferentes departamentos de Guatemala, teniendo como único fin el servicio social.

Regidos por nuestra misión de salvar y transformar vidas, trabajamos fundamentados en siete valores: superamos cualquier reto, somos apasionados, somos agresivos, somos únicos, soñamos en grande, somos una fuerza natural y amamos sin esperar nada a cambio, trabajamos arduamente a través de nuestro complejo en áreas sociales y contamos con lugares especializados para albergar niños y niñas con diferentes necesidades o padecimientos. Contamos también con un Centro de Rescate y Recuperación Nutricional, un hogar para niños con capacidades diferentes, un hogar para niños en orfandad, marginación y alto riesgo, un asilo para ancianos abandonados  y un colegio donde se brinda calidad de educación y becas a niños provenientes de familias de escasos recursos.

Así mismo contamos con programas de distribución de bolsas de alimento, programa de patrocinio a niños de escasos recursos en el cual se le brinda medicina, educación, alimentación, ropa, zapatos entre otros con el fin de mejorar su calidad de vida, contamos con diferentes proyectos de construcción de viviendas, escuelas, iglesias, puestos de salud y perforación de pozos, ayudando con esto a cientos de personas anualmente.

Uno de los retos más grandes ha sido combatir la desnutrición en todo el sector del Corredor Seco. Abarcamos el oriente del país y casos específicos referidos de toda la república. Como primera alternativa para promover la Seguridad Alimentaria y Nutricional (SAN) contamos con un programa de prevención nutricional mismo que está enfocado en la prevención de la malnutrición primaria aguda en niños y niñas de comunidades sin acceso a servicios básicos integrales para su desarrollo físico, médico y nutricional previendo un tratamiento eficaz. Así mismo, en nuestro Centro de Rescate y Recuperación Nutricional se brinda recuperación nutricional a niños de 0 a 5 años.  Nuestro perfil de ingreso va directamente relacionado con los diferentes tipos de desnutrición o riesgo nutricional que ameritan ser atendidos de manera directa en el Centro  y recibir cuidados nutricionales y médicos; tenemos también atención psicológica y terapia física;  algunos casos requieren atención médica especializada, por lo que se coordina con otros centros hospitalarios en todo el país para restablecer la salud  del paciente en su totalidad.  Nuestra labor social es desafiante, cada vez son más los retos que se presentan, no podemos obviar la aparición de la pandemia COVID 19, parte de nuestra atención tuvo que cambiar de modalidad, dimos un giro apostando a un plan de seguimiento nutricional, llevando consulta y tratamientos nutricionales a puntos estratégicos para atención integral, nos sumamos a los esfuerzos nacionales velando por el desarrollo integral de la niñez de toda Guatemala.

Un reto grande también ha sido la desinformación y cultura de las comunidades, que puede llegar a detener la atención de los niños y niñas en condición de desnutrición debido a prejuicios y temores, por lo que se ha creado un programa de ambulatorios que permite a nuestros profesionales llegar directamente a cada comunidad, atender y dar seguimiento constante a cada caso y brindar atención integral personalizada y con esto se sensibiliza a las comunidades a través de la constante educación social.

El camino es largo, los retos serán cada vez más duros, sin embargo, nuestra visión no tiene límites, soñamos en grande y enseñamos a soñar  a otros convirtiendo esos sueños en realidades que salvan y transforman vidas.

Entrevista realizada por Mª Isabel Hernández, Encargada de Comunicación Local, a Lourdes Miliam:

Lourdes, cuéntenos, ¿cómo han sido esas experiencias y retos que la organización ha tenido en estos más de 30 años?

En primer lugar, para que una ONG pueda hacer nombre necesita trabajar día a día con la comunidad. Es decir, no solo con las comunidades lejanas sino comenzar por el lugar donde se trabaja. Creo que el cubrir las necesidades debe comenzar de manera circular, comenzar por sus vecinos más cercanos y luego ir expandiéndose más y más lejos. Esperanza de Vida, con 34 años de recorrido, podemos decir que hicimos justamente eso, íbamos lejos donde nos pedían ayuda pero siempre trabajando localmente con nuestros programas.

Además, no es fácil romper con el aspecto cultural que encontramos de que cuando uno quiere ayudar las personas tienden a pensar en qué tienen que dar a cambio. Me quiere ayudar, pero entonces ¿qué le tengo que dar?. Inclusive algunas personas se ríen porque bromean con que quieren llevarse a los niños, porque durante un tiempo y todavía está y todos lo saben, a los niños los utilizaban, para hacerles daño, ya sea venderlos o aprovecharse de ellos en otra forma. O sea, estas también son realidades contra las que uno lucha.

También la cultura del machismo influye mucho en la desnutrición. ¿Por qué? Porque para empezar, sabemos que en la planificación familiar y todo influye mucho el machismo, la religión y todo lo demás. Pero eso ya es cuestión de cada uno,de cada familia ¿verdad? Ahí no trabajamos directamente. Trabajamos con los que ya están y los que están por nacer. Pero el machismo influye por ejemplo en que, no importa que haya un niño enfermo en la familia, si la señora tiene que cuidar más niños y tiene que cuidar al esposo, darle comida porque se va a ir a trabajar, influye mucho que el hombre el es el que más importa, porque él es el proveedor. Es al hombre al que tienen que cuidar como prioridad, al hombre que provee para la casa.

También encontramos muchas veces que si en algún momento, son ocho personas pero hay comida para tres,  primero se les da la comida a los varones y si sobraba pues entonces se da a las niñas, y si sobraba aún, por último había para la mamá. En este caso también nos encontramos con la mamá, que es la que alimenta a todos, estaba desnutrida y cuando venía un bebé ya ese bebé venía con falta de peso y con una desnutrición heredada de la madre. También la madre cuando tiene al bebé está tan desnutrida que no hay fuerzas, no hay suficiente hemoglobina, no hay suficiente alimentación y la madre puede morir, y ha muerto en los partos, y significa que nueve niños, si ya tenía ocho, se quedan en orfandad.

 

Podemos decir que uno de los retos más grande que hay en los escenarios de intervención son los tabús que se forman en las comunidades. 

Parte de eso también existe. Hay padres que ya aprendieron un poco más y son más responsables. Pero resulta que estamos en el Corredor Seco y a veces en el Occidente no es así.  Tira usted una semilla y solita nace, a veces lo ven así. A veces el poco dinero que tienen lo invirtieron en una semilla, en un poco de fertilizante y luego no llega el agua. Entonces hay más desnutrición, porque el poquito dinero que tenían guardado lo invirtieron en la siembra. Muchas veces no tienen ni trabajo, porque ¿en dónde van a cultivar si lo único que saben es cortar milpa o cortar café?, pero el café sabemos que tuvo una temporada difícil en la milpa también por los distintos fenómenos que han venido. Ahora vemos a un padre de familia que sí es responsable, pero al que las condiciones alrededor no le ayudan.

También tenemos el caso del padre de familia que se va lejos a trabajar, pero no viene hasta dentro de tres meses y en tres meses ¿qué hace la familia? Una mamá que tiene ocho niños esperando a que el papá traiga dinero o comida, ¿qué hace mientras el papá regresa? Ese es otro reto que viven otras familias, y todos estos casos pueden ser en la misma comunidad.

¿Cómo hemos podido romper con eso? La cultura de, por ejemplo, creer que mis niños están en peligro y que se los van a llevar , se ha roto con el tiempo. Por ejemplo, una mamá que viene es atendida con su niño,  y entonces ya el papá confía en nosotros.  Porque aquí volvemos al machismo que dice, “¡a saber dónde va a ir la señora, a saber con quién!”, y ya vienen los celos y otro tipo de problemas. Una madre que se va por días y deja a sus hijos y a su esposo no es fácil que venga porque para el esposo tampoco es fácil dejarla venir. Pero ¿qué sucede? Ellos en algún momento van confiando en nosotros, porque ven una madre venir con su niño que sale delgadito de huesitos, casi a punto de morir y que regresa bien bonito, rosadito, gordito. Además ven que con nosotros la madre que viene lleva de regreso alimento, leche, cosas para no sólo para el niño desnutrido, sino para la familia. Así entienden que con nosotros están en un lugar que de verdad ayuda. Y los COCODEs que ayudan  mucho, también dicen hay niño también en la comunidad que necesita ayuda que venga a Esperanza de Vida, y entonces la madre que ya vino da su testimonio para esa familia que dice ya si cree que allá lo pueden curar, lo cuidan, que le dan de comer, que lo van a meter a un programa. Porque nosotros no solo tenemos el programa que traemos al niño, mientras que la madre está  aquí siempre le llevamos una bolsa con alimentos para que los niños en casa se queden con alimentos y si el papá no está, se queda una tía o un hermano mayor o alguien haciéndole la comida y nosotros les damos y mandamos alimentos mientras la madre está aquí.

Fuente: www.facebook.com/EsvidaGT  Equipo de rescate, Esperanza de Vida durante el traslado de niños con desnutrición durante la pandemia covid-19, en áreas rurales de Guatemala.

Aquí hay dos cosas muy importantes que usted me está mencionando. Una es el empoderamiento de las mujeres, y verlas como jefes de hogar, como la persona que está a cargo de la casa y puede tomar decisiones. Otra cosa es la activación de los líderes comunitarios, que la comunidad trabaja unida y tenga esa buena comunicación.

La verdad que el tema de las mujeres, sabemos que es una parte fundamental de la familia, ¿Por qué? Porque la mujer cuida al esposo, cuida a los niños, tiene a los niños. Entonces no solo el hombre debe estar cuidado, la mujer también. En un aspecto físico, emocional y moral, en un aspecto de conocimientos. Cuando en un rescate una madre es encontrada, esta madre y su niño son atendidos de manera integral, no podemos nosotros traer solo al niño y alimentarlo si la mamá no comprende la importancia de aprender a alimentar al niño. Durante el tiempo que la madre está acá una de las cosas que más hacemos con ella es capacitar en la importancia que tiene la alimentación de sus hijos para su futuro, no solo para que no mueran, sino para que vivan mejor. Y también se le enseña que ella debe cuidarse, porque si ella no se cuida, ¿quién va a cuidar a los niños? Hemos recibido casos donde la mamá llega desnutrida y el niño también y  cuando se van la mamá se ve ya nutrida y el niño también.

Realmente la nutrición no es dar de comer como algunos piensan, la nutrición es bien integral. La nutrición tiene factores emocionales, morales, factores obviamente alimentarios, pero también se refiere al cuidado integral de la familia. Una de las cosas que más trabajamos es en empoderar a esa mujer para que pueda hacer la diferencia. Hemos tenido momentos en donde el padre no quiere pero la señora sí, porque ella ya escuchó a otra señora decir “ ¡andá allá, que van a curar a tu hijo”!, y entonces ella arregla eso. Antes no teníamos ese empoderamiento porque ellas tenían que ir donde el esposo les decía, o no hacían nada porque su mundo era solo su esposo y su comunidad. Hay mujeres que increíblemente nunca han bajado ni a la ciudad, aunque les quede a una ahora, estamos hablando de rescates extremos. Por ejemplo, en uno de los últimos rescates nosotros fuimos ya cerca de la frontera de Honduras. Para ir a dónde está esa familia se invirtió horas de vehículos, 10 horas para traer a un niño. Entonces, ¿por qué hacemos este esfuerzo? Porque sabemos que el niño tiene tanta necesidad y porque gracias a Dios contamos con coordinación interinstitucional. Este es otro tema, porque solos no podemos, necesitamos de todos los actores. Yo ya le hablé del padre, de la madre, del COCODE,… Pero la ayuda interinstitucional es fundamental. El Ministerio de Salud si está muy interesado en poder ayudar a estas familias. A veces nosotros las encontramos primero porque todos tenemos limitantes y el gobierno también tiene limitantes, aunque no quiera. Pero somos un equipo como guatemaltecos. Cualquiera puede decirnos si conoce a una persona en tal lugar que necesita ayuda y entonces necesitamos muchas veces coordinar con PGN ( Procuraduría General de la Nación) porque a veces si hay negligencia de parte de los dos padres.  A veces nos avisan y cuando vamos a ayudar no quieren los padres que lo hagamos, y ahí hay violaciones de los derechos de los niños y eso supone ya incursionar en otro nivel.

Tenemos muy buena comunicación interinstitucional, lo hemos logrado con el tiempo porque se logra con confianza. La responsabilidad que nosotros como ONG tomamos todos los días es grande, porque vienen niños a un lugar con la esperanza de que regrese muy bonito. Tenemos los protocolos y los conocimientos científicos y de nutrición necesarios para saber tratar a cada niño según sus necesidades. Lograr la confianza interinstitucional es un reto también, porque a veces parece que estamos enfrentados, tenemos una cultura donde buscamos culpables. Nos gusta culpar a todos los ciudadanos, culpamos al gobierno, el gobierno culpa a los ciudadanos. La verdad es que eso es una responsabilidad de todos y necesitamos de todos. Esto es una responsabilidad del empresario, de la Iglesia, del gobierno, de las autoridades locales, municipales y de todo el país. Sería imposible que el Gobierno solo pueda hacer este trabajo. Tenemos muchos grupos de rescate y tenemos infinidad de redes donde nos informan, pero qué bueno sería que hubiera más personas.

Tenemos que conocer un poco también sobre los tipos de desnutrición. Hay un tipo que es mucho mejor que se trate en casa y no se saca de su  entorno al niño. Pero muchos tipos de desnutrición sí que requieren llevarlo a un lugar. Nosotros vamos a buscarlo y cuando vienen acá se les alimenta con todo lo que necesiten y luego se les va dando un tratamiento. Hay muchos aspectos dentro del tema de la nutrición, no es lineal, es muy integral y circular y muchos actores son necesarios. Cuando un niño sale de nuestro programa, porque ya está más desarrollado, le comunicamos a la SESAN, al Ministerio Salud, que el niño va a salir del programa y que lo siga monitoreando. Por supuesto, también tenemos a los COCODEs asegurando que no haya ningún niño con desnutrición. Todos los actores son necesarios. Entendemos que el Ministerio de Salud muchas veces no tienen la capacidad que quisieran y para eso necesitan personas o entidades como las nuestras, donde ellos pueden referir.

Nosotros queremos ser el referente de todos los niños que estén en peligro de desnutrición, ya sea leve, moderado o severo. Tenemos programas también de prevención nutricional. Tenemos más de 5000 niños en un programa que se llama Patrocinio y dentro de eso tenemos 700 niños que están en prevención nutricional en edades escolares, porque a veces dicen de 0 a 5 años, pero los niños de 5 a 8 años también se desnutren y hay muchos programas que en estas edades se dejan fuera.

Este es un ciclo, que no se rompe con el niño que se está atendiendo. El ciclo de la pobreza y la desnutrición se rompe con la madre, con el padre y con los hermanos. Es un trabajo que lleva años. Lo más importante acá es cambiar el chip. Atender la emergencia mientras trabajamos en cambiar  la mentalidad de los niños mediante la educación, que conozcan la higiene personal y otras cuestiones que influyen. Y en cada lugar hay necesidades diferentes que hay que tratar de manera diferente.

Equipo Esperanza de Vida durante su participación en el taller de Codiseño de la Estrategia de Seguridad Alimentaria y Nutricional, organizado por Proyecto Corredor Rioeste.

Usted me mencionaba que han logrado con el pasar de los años  establecer esas vías de comunicación interinstitucionales, No todas las ONGs lo logran.  ¿Cómo una ONG puede trabajar este aspecto? La confianza, la comunicación, el establecerse en la región y establecer las relaciones con los demás actores.

Yo creo que una de las principales cosas que como guatemaltecos debemos de comprender es que no ganamos nada peleando con las autoridades. Todos perdemos cuando peleamos con las autoridades, ya sea CODODEs, autoridades locales, municipales, de la región o nacionales. Todos estamos para el servicio de la comunidad. Si nosotros lo que queremos es ayudar a alguien, nadie debería de oponerse. Si se oponen no se oponen a nosotros, se oponen a la vida y salud de alguien,y al progreso del país. Somos una ONG no política, trabajamos con el gobierno y respetamos porque la persona que no lo hace, siempre está trabajando en contra y eso lo que hace es dividir. A veces tenemos que llegar a acuerdos  y probablemente si debatimos con ellos es por una causa, porque yo no peleo con las personas, sino por la causa de los niños.  Nosotros a veces tenemos que hablar por los niños que no  siempre importan porque no van a votar, pero importa su vida porque así lo dice la Constitución. Nosotros somos su voz. Es mejor ser nuestro amigo como entidad, porque es a favor de todos, porque de verdad trabajamos todos los días por salvar las vidas. No importa lo que tengamos que hacer. No trabajamos mucho en darnos publicidad porque nuestras energías están enfocadas en cuántas vidas podemos rescatar hoy. Para lograrlo, como le digo, cada día tienen que sumarse más personas,  y yo creo que las autoridades entienden que trabajamos no en contra sino a favor, se unen.

 

Ahí vemos que se debe tener bien claro los objetivos y las metas de la institución.

Sí. Nosotros tenemos muy clara nuestra misión: salvar vidas. Nuestra misión es transformar las futuras generaciones de Guatemala, y tenemos muy claro nuestros valores.

Fuente: www.facebook.com/EsvidaGT  Equipo de rescate, Esperanza de Vida durante el traslado de niños con desnutrición durante la pandemia covid-19, en áreas rurales de Guatemala.

Lo que se ha iniciado y construido desde los cimientos hasta ahorita es todo un logro. Es muy fácil desde fuera decir a Esperanza de Vida que falta esto y lo otro, pero esos retos se han logrado es por tener bien claro cuál es el perfil de la ONG, para qué se diseñó.

Las necesidades de Guatemala son infinitas y ojalá pudiéramos hacer todo lo que se necesita. Por eso nos sentimos agradecidos porque hay muchos lugares que se dedican a diferentes cosas y nosotros logramos comunicación con ellas. Por ejemplo con los hospitales, porque los niños desnutridos han pasado tanto tiempo desnutridos que sus órganos dejan de funcionar apropiadamente. ¿Qué hacemos nosotros? Gracias a esas relaciones con otras organizaciones y hospitales formamos parte de esta red que necesitan los niños. Por ejemplo, acabamos de tener a un niño que venía con menos de 5 de hemoglobina, y muy desnutrido. Necesitaba la atención inmediata de una transfusión de sangre. Obviamente nosotros somos un centro de recuperación nutricional y tenemos que trabajar de la mano con los hospitales y centros que tengan otros servicios y alcance. En este caso, si el niño hubiera llegado solo, por supuesto lo tienen que atender, pero si viene a través de nosotros y el hospital sabe que cuenta con nosotros, si en algún momento ellos tienen sus limitantes aquí venimos nosotros.

Por ejemplo, tenemos un niño que necesita una medicina que sólo hay en Estados Unidos. Un día en la pandemia ya el niño no tenía, en Guatemala no había. Se vino un doctor solo porque esa medicina no la pueden transportar, tiene que venir un médico acreditado con esa medicina.

 

¿Tras la pandemia se han originado retos más grandes que ni siquiera se habían imaginado?

Por ejemplo, necesitamos fondos, ¿verdad?, y muchos de eso pasa porque personas del extranjero se unen. Pero sucedió que el día que declararon la pandemia, simplemente se cortó toda la ayuda. Eso golpeó la economía exageradamente. Pero atendimos más niños, ¿cómo fue eso? Por ejemplo, los niños ya no podían venir aquí, no había transporte. Entonces tuvimos que armar otro equipo para que no solo fueran a los rescates, sino que ahora fueran los seguimientos, porque los niños que ya estaban en proceso de recuperación en ese momento se podían caer. Entonces tuvimos retos más grandes para poder lograr la misión, pero volvemos a nuestra misión y valores: nosotros superamos retos. Entonces también promovimos urgentemente, aunque los americanos no venían y las personas tenían un programa de alimentos, estuvimos llevando miles de bolsas todos los días. No podían venir pero nosotros íbamos a diferentes lugares. Para nosotros es terrible que un niño vuelva a caer. Si un niño cae tiene que ser por alguna condición física de salud adicional. Todos los días salían camiones con miles y miles de bolsas para las comunidades, no solo nuestros casos, toda la comunidad. Se dieron más de 25000 bolsas de alimento y gracias a Dios nuestras comunidades no cayeron en la desnutrición.

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