Autor: Carlos Alberto Cruz

Temático de Seguridad Alimentaria y Nutricional  Proyecto Corredor Rioeste

Hay tres componentes esenciales, necesarios y primordiales en la producción agrícola para asegurar una ingesta de alimentos balanceada,  integral y diaria en las familias más vulnerables de las comunidades que muestran condiciones de pobreza y extrema pobreza en el territorio Corredor Rioeste: cultivar, producir y nutrir.

Cultivar es uno de los oficios más nobles, gratificantes  y esenciales que contribuye a mejorar las dietas diarias de las personas y su seguridad  alimentaria y nutricional (SAN), ayudando en gran medida a la estabilidad de alimentos, lo cual solventa las condiciones de inseguridad alimentaria. Crear conciencia de la importancia que tiene la  producción de alimentos en momentos determinados del año juega un papel muy importante en mejorar el estilo de vida de las familias más vulnerables de nuestro territorio. Nuestra región posee condiciones edafoclimáticas adecuadas (tierra, agua, insumos, tecnología, conocimiento) para una buena disponibilidad de verduras y frutas, las cuales son nutricionalmente necesarias para mejorar la ingesta de las familias y el desarrollo de sus integrantes.

Cultivar es la primera fase en la cadena de SAN, estrechamente relacionada con el  consumo y aprovechamiento nutricional de los alimentos. El consumo, por su parte, se refiere a los alimentos que se encuentran disponibles en los hogares, y que responden a las necesidades nutricionales que se presentan en las familias, tomando en cuenta diversos aspectos como la cultura y las preferencias alimentarias de la región. El consumo también toma en cuenta la inocuidad de los alimentos al momento de producirlos o cultivarlos, la dignidad de la persona, las condiciones higiénicas de los hogares al momento de la preparación de los alimentos y su distribución de forma equitativa dentro del hogar.

Pepinos cosechados durante la primera implementación de huertos hortícolas en el municipio de Estanzuela

UN ANTES Y UN DESPUÉS EN EL DESARROLLO DE NUESTROS BENEFICIARIOS

Tomando en cuenta lo antes mencionado podemos decir sobre nuestros beneficiarios que han tenido una muy buena aceptación hacia las diversas tecnologías, prácticas y asistencia técnica que se les han brindado para cultivar hortalizas en sus hogares. Esta evolución responde a la estrategia de producción de alimentos establecida por el proyecto que también toma en cuenta la llamada “Ensalada de los cinco colores” de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación). Esta última se basa en responder de una manera integral a qué producir y cómo producir. ¿Qué producir? Se trata de conocer las costumbres y tradiciones que tienen las familias en su cultura alimenticia y dietas diarias. ¿Cómo producir? Hace referencia a qué tecnología  se puede usar para cultivar, en qué momento y qué materiales y equipo son requeridos para establecer el cultivo de hortalizas en nuestros hogares.

Monitoreo de desarrollo de plantas en parcelas agroforestales en el municipio de Teculután

 

Los beneficiarios del proyecto Corredor Rioeste han mostrado un cambio gratificante adquiriendo un hábito tan importante como cultivar hortalizas para un consumo sustentable y amigable con el medio ambiente. Han logrado así proporcionar a su familia  alimentos complementarios a verduras y fruta, tales como: berenjena, chile dulce, tomate, acelga, cilantro, chile picante, hierba mora, chipilín, pepino, lechuga, repollo, mango, limón, carambola, aguacate, naranja, mandarina y canela entre otras especies. Así podemos asegurar una alimentación rica en vitaminas, minerales y antioxidantes para un mejor desarrollo en cada uno de los integrantes de nuestras familias beneficiarias
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